domingo, 7 de abril de 2013

MERCADO DE MOTORES


Si hay algo negativo que ha caracterizado a Madrid –bueno, más bien a los madrileños–, es la facilidad con la que se han deshecho de su historia. Durante todo el siglo XX se han tirado palacetes, fábricas y otras joyas que, en lugar de modernizarlas y reutilizarlas, se convertían en nuevos edificios de cemento y ventanas de aluminio. 
Parece que eso ha cambiado, y poco a poco nos adaptamos al modelo europeo en el que antigüedad y modernidad se dan la mano, creando espacios cosmopolitas dentro de edificios con historia. Ese es el caso del Matadero o el Mercado de San Miguel, y más recientemente, el mercadillo mensual en la Nave de Motores de Pacífico. 



Es, junto a la estación fantasma de Chamberí, una de las sedes del Andén 0; esa iniciativa que busca el preservar los orígenes de nuestra red de metro, y que ha sido declarada Bien de Interés Cultural.
El edificio tiene el sabor industrial de principio de siglo, y la enorme maquinaria que guarda en el interior te traslada a los Tiempos modernos de Charles Chaplin. 
No es una nave enorme, como la de los grandes brocantes Belgas. El espacio tenía una finalidad en origen de suma importancia: suministrar electricidad a la red de Metro en caso de insuficiencia, pero no es más que un anexo en las tripas de ese Metro de Madrid que aun andaba en pañales. Eso sí, resulta sorprendente como en tan poco espacio se puede concentrar tanto encanto. 


Pues bien, si buscamos un plan para una mañana de sábado soleada, la Nave de Motores nos ofrece el primer fin de semana de cada mes un mercadillo vintage, acompañado de música en directo y tentadores puestos de comida. Ya sea para echar un vistazo a los puestos, sentarse en el improvisado saloncito de sillones viejos, o disfrutar del sol en las terrazas y jardines que lo rodean, el visitante se impregnará de la magia que produce el contraste entre la enorme maquinaria que forma las entrañas del lugar y el bullicio de la gente que se para a ver gafas vintage, un puestecito de artesanía o los percheros llenos de prendas de los sesenta. 
Y si quieres rematar la visita, siéntate en la terraza al sol, a disfrutar de una buena hamburguesa hecha en el momento, o una tapa de delicioso jamón recién cortado. 



Un rincón escondido en el centro de Madrid con sabor a Europa y lo mejor de España; buen tiempo y buena comida. Binomio perfecto. 


Lugar: Valderribas 49

¿Cuándo?: El primer fin de semana de cada mes.

Horarios: De 11:00 a 19:00 en horario de invierno, y de 11:00 a 22:00 en su horario de primavera y verano. 

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